Microorganismos comiendo plástico

Jesuscristo, no más
plásticooo

 

En este calor infernal, es normal tener la sensación de que te quieres tomar una coca colita. Lo más probable, también, es que esa coca colita venga en una botella de plástico, la cuál luego procederás a botar en una bolsa de plástico asignada por tu municipalidad para el programa de reciclaje de la jurisdicción. Al menos ahora tenemos alguna consciencia mayor de la problemática, ¿no? Es decir, ya tomas tu cremolada con cañita de papel. Algo es algo.

Pero en realidad, si bien se aprecia tu esfuerzo, el problema del plástico es más grande de lo que podremos tratar con nuestras cañas reutilizables y nuestra buena voluntad. Al fin y al cabo, Taylor Swift sigue volando por los aires en su jet privado. Mientras tanto, acá en la superficie terrestre tenemos que enfrentarnos al aumento de plásticos. A través de los años, la producción de plástico ha aumentado significativamente. De hecho, podríamos decir que se producen 20 000 botellas de plástico por segundo.

Gráfica de producción de plástico en los últimos 100 años. https://www.darrinqualman.com/global-plastics-production/

¿Cómo afectan los plásticos a los ecosistemas?

Esa es una gran pregunta. Siempre escuchamos sobre lo malos que son los plásticos, pero no necesariamente sabemos qué hacen. Bueno, se suele tocar siempre la problemática de que los plásticos pueden matar animales ya que estos los ingestan. Ya conocemos lo que sucede con las tortugas y las famosas fotos que hemos podido ver de las mismas comiendo medusas. 1 000 000 de pájaros de mar fallecen por plásticos. 100 000 mamíferos y tortugas marinas caen por el mismo problema. Ahí entiendes que la propaganda de las cañitas de plástico es real.

Otro problema de la contaminación del plástico son los microplásticos. Estos son pequeños pedazos de plástico de no más de 5 milimetros y pueden tener múltiples orígenes: Pueden desprenderse de plásticos más grandes así como pueden derivar de aguas residuales en donde residuos de diferentes industrias derivan en ellos. En ambientes marinos, se ha visto que estos contaminantes están presentes en gran número de especies marinas. Evidentemente, dentro de la cadena de consumo, estos plásticos pueden dar con humanos. Y si bien los efectos de los mismos no están 100 por 100 comprobados, sabemos que la ingesta de microplásticos está relacionada con afecciones a la salud como el cáncer o la obesidad.

Me fui a pasear por ahí y decidí tomar fotitos de una playa con
mucho plástico en su arena.

Entra Idonella sakaiensis

Imagina estar checando un depósito de botellas plásticas y notar que hay un proceso químico ocurriendo con estos desperdicios. Eso le pasó a unos científicos japoneses, quienes dieron con Idonella sakaiensis de la mejor forma comprobada por la historia de la microbiología: Tropezándose con ellas.

Esta bacteria tiene una enzima que le permite ganar energía del plástico. Básicamente su invento químico ha permitido que, en donde nosotros vemos un montón de plástico, ella ve un festín de Bembos o algo así. Este microorganismo propone una solución verde, en cuanto no requiere mayor uso de energía ni de químicos.

Ahora, tampoco es que todo sea color de rosa con esta bacteria. Aparentemente es sensible a los cambios de temperatura y pH. Esto hace que requiera condiciones específicas para su correcto funcionamiento. Aún no está del todo lista para traer balance al ecosistema, y eso está bien. Se seguirá investigando como transformarla en la fuerza que necesitamos para un mundo más feliz.

Pero también entran los hongos

No son solo las bacterias las que pueden degradar los plásticos, sin embargo. Algunos hongos también se han presentado como parte de la solución ambientalmente amigable. Este es el caso de Aspergillus tubingensis y Aspergillus terrensis, hongos nativos del suelo. Estos son capaces de degradar los plásticos que han sido previamente tratados con luz UV y calor.

Esta metodología podría ayudar en la reducción de la contaminación del plástico. Sin embargo, el porcentaje de degradación del plástico se sigue moviendo por días. Aumentar la velocidad de esta degradación tomará más investigación.